“TODO EN ÉL
ERA VIEJO, EXCEPTO SUS OJOS; Y ESTOS TENÍAN EL COLOR DEL MAR…”
“El viejo y el mar” nos narra el viaje de Santiago, un pescador cubano, en
busca de su “resurrección” como pescador, ya que, tras casi tres meses sin
conseguir pescar ni un solo pez, y aguantando las burlas por parte del resto de
pescadores, decide salir a la mar con el objetivo de conseguir una gran presa,
y será en las aguas del golfo donde haga frente a la mayor batalla que ha
tenido jamás frente a un gigantesco pez espada en la que lo importante
exclusivamente no es ganar, sino que más bien se trata de luchar.
Tras varios días, en los que somos partícipes de la batalla de Santiago,
sus monólogos y conversaciones con el pez, finalmente consigue vencer, pero la
vuelta a casa no será nada fácil, pues la sangre tanto de Santiago como del pez
atrae a numerosos tiburones a los que Santiago consigue vencer, pero no sin
perder a su gran presa, de la que únicamente consigue conservar el esqueleto.
Es en esos momentos de lucha frente a los tiburones en los que la narración
de Hemingway nos remite a las narraciones épicas antiguas, en las que el héroe
a pesar de tener todo en su contra, con la muerte casi ciñéndose totalmente
sobre él, es capaz de hacerla frente y vencer.
Además, Hemingway nos muestra esa fuerza interior que en muchas ocasiones
es más fuerte que la exterior y nos permite conseguir los triunfos que nos
propongamos.
El relato concluye con la llegada de Santiago al puerto y a su casa, donde
se tumba exhausto en su cama a descansar, lleno de tristeza por no haber podido
demostrar lo que había logrado y transmitiendo esa tristeza al lector, quien
empatiza rápida y profundamente con él.
Hemingway, durante todo el viaje de Santiago, es capaz de transmitirnos
todas las emociones, sentimientos y angustias que pasa el protagonista: La
soledad, el hambre, el dolor, el deseo de probarnos a nosotros mismo y no parar
hasta que lo hayamos conseguido (Como muestra en el diálogo que tiene con su
mano: “Ten paciencia mano, yo te sujetaré
hasta que se te pase la bobería”)
Por otro lado, la obra está llena de símbolos: El mar como el espacio
vital; el pez espada como símbolo de nuestras metas/objetivos; los tiburones
como los obstáculos cotidianos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario